4+1

La innovación y el sistema impositivo.

This post has already been read 686 times!

Un sistema impositivo debe por sobre todo promover la innovación de manera continua.

Para alcanzar el máximo potencial de la sociedad es necesario la mayor participación posible de todos sus habitantes. Tal como lo manifiesta el economista Ricardo Hausmann (Centro de Desarrollo de la Universidad de Harvard) en su referencia al juego del Scrabble, las sociedades que mejor combinen sus elementos alcanzarán su máxima expresión.

El sistema impositivo debe ser visto de manera simple y su proyección debe activar en cada uno de nosotros un efecto inspirador, es decir debe ser similar a una verdadera obra de arte capaz de generar las mejores emociones en quienes lo observen.

Si en esos días el proceso creativo de la sociedad en su conjunto no se manifiesta en una mejora de la calidad de vida, es posible que el sistema impositivo transmita elementos negativos o contradictorios que van más allá de la comprensión técnica que se pueda hacer de este.

La Argentina actual es un viejo sistema que tuvo múltiples transformaciones y agregados con el paso del tiempo.

De aquel sistema impositivo inicial que resultaba simple y atractivo, los distintos niveles del Estado echaron manos a la obra para transformar el mismo en un conjunto de líneas con forma, sin color y escaso valor.

Recuperar un sistema impositivo valioso requiere del acuerdo de tres partes que se comprometan a no alterar el mismo de manera unilateral. Que el conjunto no afecte de manera negativa al equilibrio que debe sostener el grupo.

La base son tres grupos que contemplan su ámbito de afectación: Generación, Consumo y Tenencia. Cada uno de ellos es a su vez un conjunto integrado de instrumentos conformados por impuestos de los distintos niveles del Estado (Nacional-Provincial –Municipal).

En la actualidad todos los niveles del Estado en Argentina han colocado un impuesto sobre cada grupo de tal manera de lograr el financiamiento de sus necesidades. En este sentido la base del acuerdo debe contemplar la garantía del financiamiento actual de cada uno de ellos, permitiendo el desarrollo continuo y sostenible de los mismos sin que pierdan su identidad.

El desafío actual debe ser alcanzar un acuerdo para trabajar en un plazo de dos años en la diagramación de un sistema impositivo que se convierta en una obra digna de admiración por los argentinos y el resto del mundo.